Japón, Italia y el Reino Unido se asocian en un nuevo caza secreto

  • Japón, el Reino Unido e Italia se han unido para fabricar un caza de nueva generación.
  • El Programa Aéreo de Combate Global aunará los recursos de los tres países para construir un caza común.
  • El GCAP es uno de los al menos dos cazas de sexta generación que se están desarrollando.

Tres de las principales potencias mundiales anunciaron la semana pasada una iniciativa para desarrollar un nuevo avión de combate. Japón, el Reino Unido e Italia desarrollarán el nuevo avión en el marco del Programa Aéreo de Combate Global, o GCAP, que saltará por encima de los aviones de quinta generación, como el F-35, para crear un nuevo caza de sexta generación para 2035.

futuro F-35

El viernes, los primeros ministros de Japón, Reino Unido e Italia hicieron el anuncio en una declaración conjunta, señalando que el programa pretende incluir “la futura interoperabilidad con Estados Unidos, con la OTAN y con nuestros socios en toda Europa, el Indo-Pacífico y a nivel mundial”.

Bajo el GCAP, los tres países han acordado poner en común sus recursos, produciendo un único caza común. Anteriormente, Japón se había comprometido a construir el caza F-X, mientras que el Reino Unido e Italia colaboraban en el caza Tempest.

Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, los tres países “trabajarán ahora intensamente para establecer el concepto de plataforma central y crear las estructuras necesarias para llevar a cabo este enorme proyecto de defensa, listo para lanzar la fase de desarrollo en 2025”. El trío también elaborará el acuerdo de reparto de costes antes de 2025, concretando quién paga qué mientras el avión atraviesa lo que sin duda será un periodo de desarrollo muy costoso.

Ninguno de los tres países se ha comprometido a una fecha de primer vuelo, aunque se suponía que un primer prototipo del Tempest volaría en 2027, y un prototipo del F-X en 2028. Esto dejará la mayor parte de una década para desarrollar la aviónica, los sistemas de combate y las armas que harán del GCAP un caza de categoría mundial. Se trata de un proceso notoriamente complejo y largo: el F-35, por ejemplo, voló por primera vez a principios de la década de 2000, pero no fue declarado listo para el combate hasta 2015.

Además de los anuncios de los tres países, se difundieron imágenes ficticias del GCAP sobrevolando los tres países: un GCAP de la Royal Air Force sobrevolando el río Támesis, el Palacio de Westminster y el Big Ben; una versión de la Fuerza Aérea Italiana sobrevolando el Coliseo de Roma; y un GCAP de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón con el monte Fuji al fondo.

Avión F-X

Los tres países describen el GCAP como un caza de “próxima generación”, que estará tecnológicamente una generación por delante de los actuales cazas de quinta generación. Aunque los tres países vuelan actualmente con diferentes versiones del F-35 Joint Strike Fighter, el F-35 no cumple todos sus requisitos. Otro factor en la construcción del GCAP es el deseo de preservar la base industrial de aviones de combate de los tres países, crear puestos de trabajo y desarrollar un producto de exportación altamente deseable que sólo unos pocos países pueden ofrecer.

Aunque es muy pronto, podemos discernir algunos detalles del diseño del GCAP observando los programas F-X y Tempest. Ambos eran diseños bimotores y monoplaza, que darían lugar a cazas más grandes, más pesados, pero de mayor alcance y potencia. Ambos eran diseños furtivos con superficies aplanadas, facetadas y aletas de cola inclinadas, casi planas. El Tempest llevaría el avanzado misil aire-aire Meteor, mientras que el F-X estaba previsto que llevara el Joint New Air-to-Air Missile, que incorporaba la avanzada tecnología de propulsión ramjet del Meteor.

Tempest 5th Jet

El F-X y el Tempest coincidían tanto en el calendario como en algunos objetivos de diseño. Japón quería un caza de gran tamaño y largo alcance que pudiera proteger su espacio aéreo de las amenazas de China, Rusia y Corea del Norte. El Reino Unido e Italia, que realizan frecuentes despliegues fuera de sus respectivos países, quieren un caza similar, pero de largo alcance para fines expedicionarios, por ejemplo, llevar a cabo misiones de combate contra el Estado Islámico o patrullar la larga frontera de la OTAN con Rusia. Es posible que la versión japonesa del GCAP acabe estando un poco más optimizada para el combate aire-aire, mientras que la versión europea podría dividir las misiones aire-aire y aire-tierra de forma más equilibrada.

En estos momentos se conocen tres cazas de sexta generación en desarrollo: El GCAP, el caza de Nueva Generación de Dominio Aéreo de la Fuerza Aérea, y un programa de la Marina estadounidense con el mismo nombre. China, que se apresura a alcanzar a Occidente, está trabajando casi con toda seguridad en al menos un avión de sexta generación.

Cada generación se define por un conjunto de capacidades tecnológicas que se basan en la generación anterior. El GCAP y otros cazas de sexta generación incluirán características de quinta generación como el sigilo y la conexión en red en el campo de batalla, mientras que las nuevas características podrían incluir la asistencia del piloto por IA, el uso del radar montado en el morro para interferencias y otras misiones de ataque electrónico, la operación sin tripulación, el armamento láser y la capacidad de controlar múltiples drones autónomos.

El desarrollo de los aviones de combate modernos es extremadamente caro. Sólo Estados Unidos y China han desarrollado y desplegado de forma independiente cazas de quinta generación; Rusia ha pilotado el Sukhoi Su-57 “Felon”, pero no ha logrado convertirlo en un caza operativo. Los cazas de sexta generación no serán más fáciles, pero la puesta en común de los recursos de Japón, el Reino Unido e Italia reducirá los costes y pondrá al alcance de los tres un caza de categoría mundial.

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